domingo, 1 de noviembre de 2009

Carta uno de Kevin Icán

Esta historia es simplemente como para respaldar una historia más grande que estoy escribiendo... Ojalá les guste.

Carta uno de Kevin Icán

Desde que desperté hace seis meses lo vi a través de la ventana. Un cielo naranja, como si fuera el atardecer. Pero era un atardecer eterno, y sólo desaparecía durante la noche. Pero, luego de tanto tiempo, sólo podemos recordar cómo se veía una mañana soleada. Ahora, las nubes están teñidas de rojo, igual que los rayos de sol.
Al principio, la gente decía que era una maldición por destruir el planeta. También decían que era por un accidente nuclear que había cambiado la composición del aire. Pero, no; el aire era igual. No hubo nunca tal accidente químico.
Fue hasta después que supimos la causa del cielo naranja: la invasión. Nos atacaron millones de monstruos que nosotros antes sólo podíamos imaginar. Ahora, son una realidad. Son como mutantes, y cuando te muerden, te conviertes en uno de ellos. Lo extraño es que su líder es humano. Y de alguna manera obtuvo poderes increíbles que le permiten controlar a esas criaturas mutantes. Y el cielo es naranja debido a eso: a través de la atmósfera controla a los monstruos.
Nosotros no hemos tenido más opción que escondernos. No podemos luchar como quisiéramos, porque no tenemos los recursos. ¿Con qué arma podemos detener bestias con poderes que parecen casi mágicos? Simplemente no podemos. Esta semana perdí a tres amigos, porque fueron convertidos en esas criaturas mientras recolectábamos un poco de comida. Yo tuve suerte de escapar. Sin embargo, ahora me he quedado solo. Ya no tengo familia ni amigos. Estoy rodeado de desconocidos.
Es por esto que escribo esta carta, para que talvez alguien del futuro la lea, y sepa quién fui. Porque soy Kevin Icán. Y quiero que el mundo me recuerde. Porque no sé si lograré llegar vivo hasta esta noche, o si voy a despertar mañana. Porque estoy cansado de vivir aislado.
Simplemente espero que alguien encuentre la solución a este problema. Ojalá alguien pueda detener a ese hombre, y evitar que más personas sigan convirtiéndose en mutantes...
Es el año 2012, y sé que no será el fin del mundo...

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta como te expresás y la capacidad que tenés de engancharlo a uno en tus relatos. ¡Felicidades vos! Me ha gustado mucho.